Su nosotros fue desapareciendo.
El tú y el yo comenzaron a alejarse
perdiéndose para no encontrarse,
para caminar por separado...
Y sin pensarlo se fueron olvidando.
El destino los sorprendió
cuando la vida los cambió.
El tiempo los transformó
porque la rutina los descuidó
y en desconocidos convirtió...
Como simples extraños andan los dos.
Ni rencor, ni dolor, ni siquiera restos de amor.
Irreconocibles se encuentran ellos hoy,
Porque el fuego hace tiempo se apagó...