En el silencio de las palabras
tu voz se esfuma con la mía
quedando sólo las miradas.
Esas que en la soledad se hablan.
Aquellas que en la oscuridad
se encienden...
Una vez más nos vuelve a invadir
ese mudo y sigiloso alboroto
que despierta a las hormonas
cuando los cuerpos se presumen
y las manos se acarician.
Una vez mas,
no queda nada por decir...
Es el pánico de la hoja en blanco
el mismo que interroga e indaga
Es tu voz que se apodera
de mi tinta y de mis letras.
Y es mi voz la que se calla
ocultando la sentencia.
En la intimidad de la tregua
gritarán nuestros brazos
y no habrá nada por decir.
En el deseo de un beso,
se encontrarán nuestros labios
y sabrás todo lo que he callado...
tu voz se esfuma con la mía
quedando sólo las miradas.
Esas que en la soledad se hablan.
Aquellas que en la oscuridad
se encienden...
Una vez más nos vuelve a invadir
ese mudo y sigiloso alboroto
que despierta a las hormonas
cuando los cuerpos se presumen
y las manos se acarician.
Una vez mas,
no queda nada por decir...
Es el pánico de la hoja en blanco
el mismo que interroga e indaga
Es tu voz que se apodera
de mi tinta y de mis letras.
Y es mi voz la que se calla
ocultando la sentencia.
En la intimidad de la tregua
gritarán nuestros brazos
y no habrá nada por decir.
En el deseo de un beso,
se encontrarán nuestros labios
y sabrás todo lo que he callado...