Mujer de mar

Mujer de mar
"El mar lo devuelve todo después de un tiempo, especialmente los recuerdos".

24/4/12

Rutas deformadas

En la soledad de las distancias se recorren nuevos caminos.
Sólo basta contemplar las miradas a través de la ventana.
Perderse entre los pueblos que habitan en las montañas,
encontrarse en los otros, escuchar el entorno,
transitar con la mente por senderos desconocidos.
Discernir los colores grabados en cada fotograma,
desalinear las estructuras de las formas entalladas,
detenerse en los olores que acarician los extremos.
Llevarse los paisajes para que descansen en la almohada.
Maravillarse constantemente sin agotar la capacidad de asombro.

Es leer sin palabras, escribir con miradas.
Percibir el eterno e infinito cielo
para entender que es igual para todos,
aunque no todos perciban lo mismo.
Es cerrar los ojos y seguir viendo.
Ir más allá de lo superficial.
Es nunca dejar de sentir.
Es simplemente aprender a vivir.