Esta sonrisa es de mi primer viaje al Sudeste asiático allá por el 2014 cuando descubrí un nuevo mundo, o mejor dicho una nueva forma de vivir: Ni mejor ni peor a la que llevaba sino distinta. Fue ahí cuando mi mente empezó a abrir un abanico inmenso de posibilidades y de ideas.
Fue ahí cuando me dije que a Tailandia volvería. Lo que no imaginé es que lo haría en 2015, 2016 y 2017. Ni que viviría tantas cosas: navidad, año nuevo, cumpleaños, y tantos atardeceres llenos de magia.
El día que empecé a creer y a confiar en lo que quería, pude destrabar miedos mentales y todo fue posible. Simplemente fue cuestión de animarse: Que las cosas fluyan y que nada influya! Y entender que cualquier cosa que la mente pueda concebir también se puede conseguir.
El día que empecé a creer y a confiar en lo que quería, pude destrabar miedos mentales y todo fue posible. Simplemente fue cuestión de animarse: Que las cosas fluyan y que nada influya! Y entender que cualquier cosa que la mente pueda concebir también se puede conseguir.
Buenos Aires, Argentina
Julio 2018