Me cuesta dejar Buenos Aires y me cuesta quedarme en Buenos Aires. Hay algo de ella que me gusta y a la vez algo que me aleja. Y es en ese preciso momento cuando mi yo más intrínseco me bombardea a preguntas, ¿Irse a vivir a otro país implica dejar de ser quien uno es para volver a construirse en otro lado? ¿Cuál fue la decisión más importante que tomaste? ¿Cuál es la que no te animás a tomar? ¿Crees que las decisiones que nos definen son las más grandes o las más cotidianas?
Ahí están ellos. Los interrogantes. Los que deambulan a la madrugada molestando e incomodando. Los que me cuestionan constantemente replanteándome el todo sin conformarme con poco. Los que me construyen desafíos, en busca de nuevos caminos.
Si algo aprendí en estos años es que el movimiento me mantiene viva y en permanente cambio. Y en ese estado estoy. Dándole espacio a las oportunidades, persiguiendo a la suerte y a esas vibraciones que hacen eco en mi.
Creando detalles en cada paisaje. Entretejiendo recuerdos, sin sacar el foco de lo importante. Dejando huellas en cada paso, y avanzar! Siempre hacia adelante.
La clave es no quedarme quieta. Ensayar salidas diferentes sin temer a cambiar el rumbo y estar obligada a reinvetame todo el tiempo. En cada suspiro, con cada nuevo viaje.
Buenos Aires , Argentina
Septiembre 2018