Encontrarte en el tintero donde siempre te escondes,
en los dichos que callás,
en los pasos de tu andar.
Indagar en las dudas de la ausencia de tu voz,
en mi deseo y tu temor,
entre los besos y el adiós.
Refugiarme en las palabras que sin querer pronuncias,
en la memoria del recuerdo,
en los pendientes del anhelo.
Respirar el humo del incendio para ahogarme en tu sed,
ser esclava de tus sueños
y dueña de tus silencios...